Las propiedades de los cristales acompañan tus procesos de sanación física, emocional, mental y espiritual. Mediante la armonización energética, podrás conectar profundamente con tu ser para equilibrar la energía.
Los cristales resuenan con la energía vibracional de las personas, ayudan a sanar, balancear y potencializar las intenciones que tenemos.